Desde hace seis años, un perro leal y devoto vigila la tumba de su dueño. A pesar del fallecimiento de su dueño, Capitán, un pastor alemán, sigue comprometido a expresar su amor y lealtad. Se cree que Capitán escapó tras la muerte de su dueño, Miguel Guzmán, en 2006. La familia Guzmán finalmente encontró al perro cerca del lugar de descanso de Miguel en el centro de Argentina, donde lo ha estado cuidando desde entonces.
En 2005, Miguel Guzmán adoptó a Capitán como regalo para su hijo Damián. Desde entonces, el fiel perro vigila el lugar de enterramiento de Miguel desde hace más de seis años. Según la familia, Capitán rara vez sale de la propiedad. Cuando el canino desapareció, lo buscaron pero asumieron que había muerto tras ser atropellado por un coche. Su viuda, Verónica Guzmán, compartió la historia con LaVoz.com.
El domingo siguiente volvimos a visitar el cementerio y Damián identificó inmediatamente a su querida mascota. Capitán corrió hacia nosotros mientras ladraba y hacía ruidos angustiosos. Verónica reveló que nunca antes habían llevado a Capitán al cementerio, lo que contribuyó a la enigmática situación. Reflexionó sobre el misterio de cómo Capitán logró localizar el cementerio.
Héctor Baccega, quien dirige el cementerio, compartió que él y su equipo han asumido la responsabilidad de cuidar a Capitán. El devoto perro llegó solo al cementerio y desde entonces visita la tumba de su dueño. Aunque durante el día camina por el cementerio, siempre regresa a la tumba y duerme allí todas las noches a las seis en punto.
A pesar de los numerosos intentos de la familia Guzmán, Capitán no ha regresado a casa. Damian cree que Capitán permanecerá en el cementerio hasta el final de su tiempo, ya que cree que Capitán está cuidando a su padre.
Desde hace seis años, un perro leal y devoto vigila la tumba de su dueño. A pesar del fallecimiento de su dueño, Capitán, un pastor alemán, sigue comprometido a expresar su amor y lealtad. Se cree que Capitán escapó tras la muerte de su dueño, Miguel Guzmán, en 2006. La familia Guzmán finalmente encontró al perro cerca del lugar de descanso de Miguel en el centro de Argentina, donde lo ha estado cuidando desde entonces.
- Instinto de manada: Los perros son animales de manada por naturaleza. Tienen un fuerte instinto para formar vínculos sociales y trabajar juntos dentro de un grupo. Cuando pasan a formar parte de una familia humana, a menudo la ven como su manada y sienten un profundo sentido de lealtad.
- Criaturas sociales: los perros son criaturas sociales y prosperan en la interacción social. Forman fuertes vínculos emocionales con sus compañeros humanos, y este vínculo puede conducirles a un sentido de lealtad.
- Dependencia: Los perros dependen de sus dueños humanos para obtener alimento, refugio y cuidado. Esta dependencia fomenta un sentido de lealtad al reconocer que su bienestar está estrechamente ligado al de sus dueños.
- Entrenamiento y acondicionamiento: muchos perros son entrenados y condicionados para ser leales mediante métodos de refuerzo positivo. Aprenden que ser obedientes y leales a sus dueños les trae recompensas y afecto.
- Vínculos emocionales: los perros tienen la capacidad de formar vínculos emocionales profundos con sus dueños. Pueden sentir las emociones de sus dueños y, a menudo, brindan consuelo y apoyo en momentos de angustia, fortaleciendo aún más el vínculo de lealtad.
- Consistencia: Los perros prosperan con la rutina y la constancia. Cuando reciben cuidado, amor y atención constantes de sus dueños, es más probable que muestren lealtad a cambio.
- Instinto protector: Los perros suelen desarrollar un instinto protector hacia sus dueños y su hogar. Este carácter protector puede dar lugar a actos de lealtad, como proteger a la familia y la propiedad.
En resumen, la lealtad de los perros es una combinación de sus instintos naturales, su naturaleza social, sus vínculos emocionales y el cuidado y entrenamiento que reciben de sus dueños. Esta lealtad es un testimonio de la relación profunda y única que puede existir entre los humanos y sus compañeros caninos.