Los voluntarios del Proyecto Perro Orelhinha lo encontraron tirado en la acera con un agujero lleno de gusanos en el cuerpo. Ni siquiera hizo un movimiento. Sin embargo, cuando intentaron acercarse a él, se mostró extremadamente sospechoso. No podía levantar la cabeza para mirar; tenía una expresión de miedo en el rostro. Debe haber pasado por mucho…
Pudieron rescatarlo rápidamente.
“Fuimos al lugar, le pusimos una venda y le dimos medicamentos. Estaba muy anémico, pero le daremos unos días y luego le haremos la transfusión de sangre si no mejora”.
Lo llamaron Azulo como el pájaro azul del mismo nombre (porque era azul cuando lo encontraron debido a un spray que le pusieron)
“¡Vamos chico! Todo estará bien porque eres un guerrero y sobrevivirás a esto. Estoy aquí hoy para cuidar tus heridas y tus angustias; ¡¡¡Estoy aquí para cuidarte!!!”
¡¡¡Estómago lleno, medicación tomada y vendaje aplicado!!! Ahora es el momento de hacer una pequeña pausa ya que habrá más más adelante. Está comiendo adecuadamente y tomando sus medicamentos correctamente, por lo que la herida está considerablemente mejor. ¡Con confianza en Dios, todo estará bien y ni siquiera necesitarás una transfusión de sangre!
Sus cambios de humor son a veces extremos. Parece deprimido y parece estar sollozando. Sufrió mucho, por lo que los veterinarios trabajaron incansablemente para curar tanto su cuerpo como su psique. Está mejorando día a día, come correctamente, toma sus medicamentos y recibe mucho cariño.
Lo llevaron nuevamente al veterinario y su evolución es excelente. Estaba casi muerto, pero cada día está más fuerte y más lindo. Es un joven muy sensible, que profundiza y reflexiona sobre algo que nadie sabe. Lo rescataron de una condición calamitosa, pero gracias a Dios reaccionó bien a la terapia y está mucho mejor. Le gusta salir a caminar bajo el sol.
“Cuando lo rescatamos, todo lo que tenía era piel y huesos y una herida enorme en el cuello llena de insectos, pero ahora tiene una nueva vida, ¡sé sano y feliz!”