Si alguna vez has dado la bienvenida a tu vida a un animal que ha soportado dificultades inimaginables, comprendes el inmenso desafío que supone para él reconstruir la confianza en los humanos. Sin embargo, el amor y el tiempo ejercen el poder incomparable de reparar todas las heridas.
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Un día, un alma compasiva se topó con una entrañable mezcla de Beagle y Hound en una obra de construcción, un famoso vertedero de perros abandonados. Cuando se descubrió a esta frágil criatura, yacía incapaz de levantarse, aparentemente suplicando al suelo frío e implacable consuelo durante el transcurso de varios días.
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Acercándose cautelosamente, el observador notó que sus patas traseras estaban hinchadas y contorsionadas, mientras que una de sus patas delanteras compartía un estado igualmente lamentable. Buscando refugio, finalmente encontró un pequeño rincón donde se acurrucó. A medida que los transeúntes comenzaron a darse cuenta durante sus caminatas y desplazamientos, muchos se sintieron obligados a ayudar, pero Saint, como se la conocería más tarde, evitó cualquier acercamiento. Estaba consumida por un miedo paralizante, hasta la llegada de la única persona que tenía la llave de su corazón.
“Se encogió de miedo cuando un grupo de personas y los perros intentaron ayudar”, relató Gregorio. “Cada vez que alguien intentaba acercarse a ella, ella gruñía y se ponía rígida. Fui a la tienda de la esquina y los chicos me dieron un par de pechugas de pollo. Ella no prestó atención a los pedazos que le arrojé, pero mi propio perro subió lentamente las escaleras y comenzó a comérselo”.
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Con rapidez de pensamiento, buscó ayuda y el Stray Rescue of St. Louis rápidamente acudió al rescate. Mientras tanto, la persona que llamó hizo todo lo que estuvo a su alcance, incluso ofreciendo su abrigo como una manta improvisada para Saint.
Se hizo evidente que tenía las piernas gravemente rotas y fue transportada con cuidado dentro de un vehículo. Durante todo el viaje, ella no emitió ningún sonido. Llevada de urgencia a la clínica veterinaria, se reveló que la joven perra había sufrido múltiples fracturas en ambas patas.
Saint necesitará una cantidad considerable de tiempo para sanar y recuperarse. Esperamos su pronta recuperación y el eventual descubrimiento de una familia que la amará por siempre.
Si puede, considere contribuir al bienestar de los animales callejeros en su vecindario, ya sea a través de trabajo voluntario o donaciones a un refugio. Alternativamente, pasar tiempo con los animales del refugio puede brindarles la compañía que tanto necesitan. Antes de traer un animal a su casa, asegúrese de estar completamente preparado. Los animales no son juguetes; son seres sensibles que merecen amor y cuidado ilimitados.
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