El desalmado dueño de Libby la abandonó en lugar de tratarla después de que le surgió un tumor en todo el cuerpo.
Afortunadamente, fue transportada al veterinario después de ser salvada. Desafortunadamente, descubrieron que tenía cáncer de mastocitos y requirió cirugía, lo que no la excluyó.
¡El gran tumor le impedía mover la cola! A pesar de todo lo que ha pasado, sigue siendo alegre y agradable.
También fue adoptada por una familia amable que decidió no aplicarle la eutanasia y, en cambio, le permitió disfrutar de su propia vida.
Libby, por otro lado, está feliz por su segunda oportunidad en la vida después de que su anterior dueño la abandonara debido a su enfermedad. La abandonaron cuando más los necesitaba.
Sus nuevos dueños no tienen idea de cuánto tiempo le queda, ¡pero quieren pasar todos los días con ella!