En un mundo donde innumerables animales sufren las dificultades del abandono, la negligencia y la lucha por sobrevivir, el desgarrador viaje de un perro pequeño sirve como un crudo recordatorio de los desafíos que enfrentan nuestros compañeros peludos.
La historia comienza con un perro pequeño y tímido, cuyo nombre quizás nunca sepamos, que intenta escapar de la aterradora presencia de las personas. El miedo había llevado a este pequeño canino a huir, dejando atrás el único mundo que había conocido, en busca de un refugio más seguro. Durante 15 largos días, el pequeño perro vivió en las sombras, oculto a la vista, sin ayuda y ahogándose en la desesperación.
Cuando el rescatista se acercó, el perro asustado intentó huir, pero sus patas traseras resultaron heridas, lo que le hizo imposible escapar. En cambio, buscó refugio escondiendo su mitad inferior detrás de un arbusto.
Lleno de un profundo deseo de ayudar, Caki siguió al perro, al que más tarde llamó Goldy. Trabajó incansablemente para calmar los temores de Goldy y convencerlo de que no tenía intención de hacer daño. A pesar del caos inicial, logró calmar al cachorro y lo cargó en su abrazo protector.
Antes de llevarse a Goldy a casa, Caki decidió llevarlo al veterinario. Sabía que el cachorro debía haber sentido dolor y no podía soportar verlo sufrir más. Permitir que Goldy se sentara en su regazo durante el viaje le brindó una sensación de seguridad al cachorro herido.
Tras el examen de los veterinarios, se reveló que las heridas de Goldy tenían al menos dos semanas de antigüedad. La causa exacta de estas lesiones seguía siendo un misterio, pero fueron lo suficientemente graves como para dejarlo paralizado, con nervios cortados y daños extensos en sus genitales.
Caki tenía la esperanza de que Goldy aún pudiera llevar una vida normal y feliz, aunque ya era demasiado tarde para salvar sus piernas debido a la falta de atención médica inmediata. A pesar de sus limitaciones físicas, Goldy gozaba de buena salud, lo que le daba motivación para seguir adelante.
Este héroe compasivo hizo todo lo posible para ayudar a Goldy. Recaudó fondos para los gastos médicos del cachorro e incluso diseñó una silla de ruedas desde cero para mejorar su movilidad. Después de cuidarlo para que recuperara la salud, Caki buscó diligentemente el hogar perfecto para siempre de Goldy.
Un mes después de su rescate, Goldy encontró su hogar definitivo con su madre adoptiva, Jasmina Gerstner. El vínculo fue instantáneo y Goldy no podría haber estado más feliz de haberlo recibido en su vida.
Goldy, ahora al cuidado de una mujer amorosa, ha recibido una segunda oportunidad en la vida. Está destinado a vivir una vida alegre y plena por el resto de sus días.
¡Extendemos nuestro más sincero agradecimiento por el cuidado y cariño mostrado a Goldy!