En un mundo donde la gente suele preferir mascotas atractivas o de pura raza, no es raro que perros y gatos sean abandonados y abandonados a su suerte en las calles. Estos animales a menudo son vistos como no deseados y, como resultado, nadie quiere hacerse responsable de su cuidado. Esta es la historia de una gata que, sin tener la culpa, se vio obligada a convertirse en callejera.
La gata, cuyo nombre se desconoce, nació en un mundo donde no tenía control sobre sus circunstancias. No era atractiva, tenía un pelaje opaco y dientes torcidos, por lo que nadie quería adoptarla. Sus dueños decidieron que ya no querían cuidarla y la dejaron en la calle para que se las arreglara sola.
La vida como callejero era dura para el gato. Tenía que buscar comida en la basura, a menudo sobreviviendo con restos o alguna que otra pequeña presa que podía atrapar. Cuando llovía, no tenía adónde ir para mantenerse seca, y cuando hacía calor, no tenía sombra que la protegiera del sol. Estuvo constantemente expuesta a los elementos y, como resultado, su salud se vio afectada.
Un día, una persona de buen corazón que pertenecía a un grupo de Facebook llamado Helping Stray Cats, se topó con el gato mientras caminaba. El individuo quedó impactado por el estado de la gata, ya que estaba severamente desnutrida, deshidratada y cubierta de tierra y pulgas. A pesar de su mala condición, el gato aún pudo reunir suficiente energía para frotarse contra la pierna de la persona y ronronear.
El individuo supo inmediatamente que tenía que ayudar al gato. La llevaron a casa, junto con comida y agua, y la instalaron en un lugar cálido y confortable. La llevaron al veterinario, donde recibió tratamiento por sus problemas de salud, incluida una pierna rota y varias infecciones. A pesar de su mal estado, la gata se mantuvo dulce y afectuosa, siempre ronroneando y abrazando a su salvador.
Con el tiempo, la gata recuperó poco a poco su salud y empezó a prosperar en su nuevo entorno. Ya no tenía miedo y tenía una cama cálida donde dormir y mucha comida para comer. Incluso empezó a jugar y explorar su nuevo entorno, algo que nunca antes había podido hacer.
La historia de este gato es un recordatorio de que cada animal merece la oportunidad de ser amado y cuidado. No es culpa del animal si no es atractivo o no es deseado, y depende de nosotros como humanos ser compasivos y brindarles el cuidado que necesitan. Puede que esta gata haya nacido en un mundo cruel e implacable, pero con la ayuda de una persona de buen corazón, pudo encontrar una nueva vida llena de amor y felicidad.