Los científicos descubrieron raros tigres salvajes después de que los gatos deambularan junto a un conjunto de cámaras trampa ubicadas en lo profundo de la jungla tailandesa.
El grupo de tigres pequeños es una de las dos poblaciones reproductoras de tigres indochinos que quedan en estado salvaje.
Los conservacionistas calificaron el descubrimiento de “nada menos que milagroso” después de que los tigres hayan sido casi exterminados por la caza furtiva en las últimas décadas.
Los científicos descubrieron raros tigres salvajes después de que los gatos deambularan junto a un conjunto de cámaras trampa ubicadas en lo profundo de la jungla tailandesa. En la foto, uno de los gatos mirando de cerca una trampa.
Los tigres de Indochina son una subespecie, más pequeña que sus primos estrechamente relacionados, que han estado al borde de la extinción debido a la caza furtiva.
El grupo de pequeños tigres, incluidos seis cachorros (dos en la foto), son una de las dos poblaciones reproductoras de tigres indochinos que quedan en estado salvaje. Las imágenes de la cámara trampa, que muestran tigres hembras y sus cachorros deambulando por la frondosa jungla, fueron capturadas con la ayuda del el grupo antitráfico Freeland y las autoridades del parque tailandés.
Los tigres de Indochina, que generalmente son más pequeños que sus homólogos de Bengala y Siberia, alguna vez vagaron por gran parte de Asia.
Pero hoy en día sólo quedan unos 221, la gran mayoría en Tailandia y un puñado en el vecino Myanmar.
Rebecca May, directora del programa de tigres de WWF, dijo: “Los avistamientos de estos tigres y cachorros en peligro de extinción son una noticia fantástica y enormemente alentadora”.
Los conservacionistas calificaron el descubrimiento como “nada menos que milagroso” después de que la subespecie casi fuera aniquilada por la caza furtiva.
La única otra población creciente de tigres de Indochina se encuentra en un corredor forestal occidental de Tailandia, cerca de la frontera con Myanmar.
El grupo reproductor, uno de los dos únicos en el mundo, vive en el complejo forestal Dong Phayayen-Khao Yai en el este de Tailandia.
Imágenes de cuatro madres y seis cachorros fueron capturadas por cámaras trampa en una jungla del este de Tailandia a lo largo de 2016.
Según los científicos, la caza furtiva agresiva, la débil aplicación de la ley y la pérdida de hábitat han dejado a los animales prácticamente extintos en el sur de China, Camboya, Laos y Vietnam.
Las granjas de tigres de la región también han impulsado el tráfico al impulsar la demanda de partes de tigre, que se utilizan en medicinas tradicionales populares en China.
El grupo reproductor vive en el complejo forestal Dong Phayayen-Khao Yai, donde 156 cámaras captaron a los últimos cachorros.