Montículo de tierra donde un perro había quedado atrapado hasta el cuello
Soner Buyumez, asistente veterinario, estaba trabajando en una granja en una zona aislada del distrito de Develi en Kayseri, Turquía, cuando se produjo un terremoto seguido de un deslizamiento de tierra local. Mientras cruzaba la calle, escuchó los gritos de un perro asustado. Tras el ruido, vio un montículo de tierra donde un perro había quedado atrapado hasta el cuello. Estaba claro que la madre había sobrevivido al terremoto y había podido cavar una pequeña madriguera para mantener seguros a sus cachorros recién nacidos. Lamentablemente, los leves temblores en el área habían causado el colapso de su pequeña área, y un montículo de tierra se desplomó, atrapándola a ella y a sus cachorros.
Buyumez, con la ayuda de su amigo, cavó en la tierra con sus propias manos, llamando al perro para que saliera. Finalmente liberaron a la madre, pero el trabajo aún no estaba terminado porque sus cachorros seguían atrapados. El amable técnico veterinario y su amigo continuaron empujando y cavando en la tierra hasta que, uno a uno, ocho cachorros emergieron del agujero. Lamentablemente, uno de los cachorros no sobrevivió a la terrible experiencia.
El esfuerzo de rescate duró casi una hora, pero Buyumez y su amigo no se dieron por vencidos hasta que todos los cachorros fueron rescatados sanos y salvos. Se llevó a la madre y a sus cachorros a casa, donde los cuidará hasta que estén sanos y tengan la edad suficiente para ser adoptados.
Hay ángeles entre nosotros, y Buyumez y su amigo lo demostraron ayudando a estas criaturas indefensas en su momento de necesidad. Deberíamos estar agradecidos a personas como ellos que hacen todo lo posible para ayudar a quienes no pueden hablar. Es una historia conmovedora que nos recuerda la bondad que todavía existe en nuestro mundo.